poder de la palabra Things To Know Before You Buy

Además, debemos ser conscientes de cómo nuestras palabras pueden afectar nuestra propia vida. En Proverbios twelve:eighteen leemos: «Hay quienes hablan como quien hiere con espada, pero la lengua de los sabios sana».

El poder de las palabras es innegable en nuestras vidas. Como creyentes, debemos ser conscientes del impacto que nuestras palabras pueden tener y aprender a usarlas con sabiduría y amor.

El apóstol Pablo escribió: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios four:29). La palabra griega traducida como "corrompida" significa "podrido" o "sucio" y originalmente hacía referencia a las frutas y verduras podridas.

Es importante recordar que nuestras palabras no solo tienen un impacto en los demás, sino también en nosotros mismos. Las palabras negativas que pronunciamos pueden contaminar nuestra mente y afectar nuestra percepción de la realidad.

La Biblia nos insta a utilizar nuestras palabras para edificar y beneficiar a los demás. En Efesios 4:29, se nos dice que nuestras palabras deben ser «útiles para la edificación según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que oyen».

Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida

Las palabras no click here son simplemente sonidos producidos por nuestra boca dando forma al aire que pasa por nuestra laringe. Las palabras tienen un poder authentic. Dios creó el mundo con el poder de Sus palabras (Hebreos 11:3). Los seres humanos somos hechos a imagen y semejanza de Dios, y nuestras palabras también tienen poder. Para que quede claro, las palabras del ser humano no tienen el poder para manifestar la realidad. Pero nuestras palabras hacen más que transmitir información; tienen un impacto sobre las personas.

Es importante recordar que nuestras palabras tienen un gran poder y pueden tener un impacto significativo en las personas que nos rodean. La Biblia nos enseña que nuestras palabras pueden ser tanto una bendición como una maldición, y que debemos ser conscientes de cómo las usamos.

Continúa leyendo el artículo de la ley de siembra y cosecha, donde se explica que tus pensamientos son la semillas y tus resultados el fruto.

Otra forma de usar nuestras palabras de manera constructiva es practicar la empatía. En Efesios four:29, se nos insta a «no decir ninguna palabra mala, sino sólo la que sea necesaria para edificar, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan».

Nuestro testimonio será evidente en la forma en que hablamos y tratamos a los demás. Nuestras palabras pueden ser una herramienta poderosa para compartir el amor de Dios y para animar a otros a buscar una relación con él.

Nuestras palabras pueden ser una fuente de aliento para los demás. En Efesios 4:29, se nos insta a hablar palabras que edifiquen y sean beneficiosas para los demás.

Esto nos recuerda que nuestras palabras tienen consecuencias y debemos ser responsables de lo que decimos.

Recordemos que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado ante Dios. Debemos ser conscientes de esto y usar nuestras palabras para honrar a Dios y beneficiar a los demás.

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